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Mayor Oreja declara que el diálogo con ETA sólo es posible si se declara otra tregua

«ETA busca que el Gobierno establezca el estado de excepción en Euskadi»

| Madrid |

El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, señaló ayer que «hay algunos que soñarían con que el Gobierno del Partido Popular decretase el estado de excepción en el País Vasco», en referencia a ETA. En una entrevista que publicó ayer el diario «El País», el ministro afirmó que la excepcionalidad fue un «error histórico», por lo que huye del concepto excepcional en la solución del conflicto vasco.

El primer objetivo de ETA, según Mayor Oreja, es que el Gobierno le dé la razón y negocie políticamente. En este sentido, el máximo objetivo de la organización terrorista es un Gobierno claudicante que cede y negocia políticamente con los terroristas, pero a juicio del ministro lo que hay que hacer es que no consigan ni los máximos ni los mínimos, y apunta que «eso es posible». En su opinión sólo sería posible un diálogo entre el gobierno y ETA siempre y cuando la organización terrorista declarase una nueva tregua. El ministro aseguró que «no habrá nuevas medidas diferentes de las que ya tenemos en marcha», porque «el balance de la acción policial en los últimos cinco años ha sido excelente». Para Mayor Oreja, el pacto entre el PNV y ETA es «la mayor deslealtad de la historia del partido nacionalista respecto a la democracia española».

Además, el PNV ha dado un salto definitivo, y sin retroceso, de la autonomía a la autodeterminación, según el ministro del Interior, quien añadió que «sólo desde una derrota electoral el PNV cambiará». El ministro se mostró tajante ante la posibilidad de que ETA dejara de matar si el PNV cambiara hacia el «buen camino constitucional» y afirmó que «seguiría matando». En cuanto al cumplimiento de las penas, el ministro recordó que no planteó nunca la integridad de las penas como algo esencial. Asimismo, Mayor Oreja dijo que por primera vez en España se está combatiendo a ETA con la democracia y no con la guerra, y añadió que «eso exige tiempo, porque los plazos de la democracia son siempre más lentos que los de las guerras».

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