El PSOE acusó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de haber perdido «toda su credibilidad» con su sometimiento al «control» y la «tutela» del Gobierno y reclamó la dimisión o destitución del presidente de la CNMV, Juan Fernández Armesto, y de su vicepresidente, Luis Ramallo. Asimismo, subrayó que pedirá la comparecencia en el Parlamento del presidente del Gobierno, José María Aznar, y de Fernández Armesto para que expliquen sus respectivas actuaciones en relación a Telefónica.
En un comunicado, el portavoz del PSOE en el Congreso, Jesús Caldera, afirmó que el Gobierno «debe dar explicaciones urgentes a los españoles sobre lo ocurrido en Telefónica», porque el Ejecutivo y «en especial» José María Aznar «tienen una gran responsabilidad en todo este asunto». «El Gobierno ha practicado el peor intervencionismo, metiendo las manos y condicionando a una empresa privada como Telefónica», a juicio de Caldera, quien recalcó que los socialistas pedirán explicaciones al jefe del Ejecutivo «por considerar que es el lugar adecuado para ello».
Si la actitud del ex presidente de Telefónica, Juan Villalonga, es «manifiestamente reprochable», argumentó al respecto, «no se puede entender la ausencia de sanciones y todo apuntaría a un pacto para su salida» de la empresa, mientras que «si, por el contrario, no hay nada irregular en su comportamiento, entonces es Aznar quien debe explicar por qué exigió a la CNMV la reapertura de su expediente». «No cabe duda de que el intervencionismo del Gobierno ha perjudicado a Telefónica, que ha visto caer sus cotizaciones», señaló a continuación, antes de reprochar además al Gobierno que no interviniera «sobre aquello que sí debía hacerlo: la regulación de unos precios y tarifas que redundaran en beneficio de los usuarios».