El paro registrado en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo (INEM) bajó en julio pasado en 11.362 personas, un 0'76 por ciento respecto al mes anterior, lo que situó el total de desempleados en 1.488.785, el 8'90 por ciento de la población activa.
Los datos difundidos por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales indican que la cifra de parados es la menor desde 1981 y que la tasa sobre la población activa es la más baja de los últimos veinte años, aunque también reflejan una desaceleración del ritmo de reducción del paro registrado en comparación con años anteriores. El secretario general de Empleo, Juan Chozas, afirmó que la bajada del paro en julio «ha sido menor de lo que muchos esperábamos» y que debe ser «el argumento para llamar la atención de los agentes sociales sobre la trascendencia e importancia decisiva del diálogo social para reducir la temporalidad». En julio pasado, el INEM registró 1.171.597 contratos, de los que 88.346 fueron indefinidos -la mayor cifra en la serie histórica de ese mes-, lo que representa el 7'54 por ciento del total.
El ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, aseguró que las cifras del paro son la gran oportunidad para abordar las mejoras en el mercado laboral, mientras que la oposición y los sindicatos criticaron los elevados niveles de precariedad y demandaron más políticas activas de empleo y mayor cobertura a los parados. El portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Jesús Caldera, declaró que los datos son «preocupantes» y que son los peores de los últimos catorce años «con gran diferencia», al tiempo que reclamó al Gobierno que mejore las «insuficientes» políticas activas de empleo para no desaprovechar el crecimiento económico.