El nuevo secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, sentó ayer las bases de la renovación en el partido y anunció que los interlocutores del partido con el Gobierno para las cuestiones relacionadas con el País Vasco serán Nicolás Redondo Terreros, Alfredo Pérez Rubalcaba y Jesús Caldera. Tras la primera reunión de la nueva Ejecutiva Federal, Rodríguez Zapatero afirmó en conferencia de prensa que el PSOE tiene la intención de «profundizar en el diálogo con el Gobierno», antes de mantener un posible encuentro con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y con dirigentes del PNV.
El máximo dirigente socialista anunció asimismo que el nuevo portavoz del grupo parlamentario en el Congreso será Jesús Caldera y que Juan José Laborda continuará con la misma función en el Senado. Según indicó, la próxima reunión de la Ejecutiva tendrá lugar el día 21 ó 22 de agosto y en ella se tratará con carácter monográfico la celebración de la conferencia de organización del partido. En relación a Euskadi, Zapatero señaló que, aunque el PSOE «no plantea hipótesis de acuerdos» electorales con el PP, tampoco se debe dar una «actitud de temor» ante un proceso electoral, y subrayó la necesidad de «fortalecer la unidad democrática».
El líder socialista precisó que, tras la entrevista del miércoles con el presidente del Ejecutivo, José María Aznar, se dan «condiciones de diálogo», además de en materia antiterrorista, en la política de inmigración, de la que dijo que «no es suficiente un acuerdo con la Ley de Extranjería», cuya reforma se debatirá en el Parlamento. «Tiene que haber algo más de voluntad política y social, de compromiso institucional, e incluso financiero», señaló Rodríguez Zapatero, quien incluyó en ese acuerdo a empresarios y sindicatos.