El presidente del Gobierno, José María Aznar, y el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, destacaron ayer la coincidencia de sus análisis sobre la situación política en el País Vasco y la necesidad de plantear alternativas, y acordaron mantener un diálogo desde la flexibilidad y la discreción.
Aznar y Rodríguez Zapatero mantuvieron ayer su primer encuentro en La Moncloa, una reunión que duró casi dos horas, y que ambos coincidieron en calificar de cordial y de una buena oportunidad para establecer una relación estable basada en el diálogo. El presidente del Gobierno, José María Aznar, trasladó a Zapatero la necesidad de plantear alternativas a la situación existente en el País Vasco, aspecto sobre el que no hubo «ningún desacuerdo», según indicó a los periodistas el portavoz del Ejecutivo, Pío Cabanillas, en una conferencia de prensa. Cabanillas destacó que la lucha antiterrorista fue una de las cuestiones centrales de la entrevista, y señaló que en este terreno Aznar «ha compartido» con el secretario general del PSOE su postura sobre la «importancia y trascendencia de la unidad» de los demócratas y «la necesidad de plantear alternativas a la situación existente».
Ambos destacaron la importancia del respeto institucional y la «discreción, sobre la base de que hay mucho en común» y que las diferencias que existen «no son de calado» ya que comparten una «comunidad de ideas y sentimientos con respecto a la necesidad de cambios reales y la necesidad de plantear alternativas». Preguntado por la relación establecida entre ambos dirigentes, Cabanillas destacó que la reunión se ha desarrollado en un «tono cordial y afable» en el que el «contacto personal» ha sido «muy, muy positivo», y aunque aseguró que «no es bueno establecer comparaciones» apuntó que «en los últimos años sí ha habido problemas de interlocución».