Las condenas al atentado de Getxo y las llamadas a la unidad de los demócratas frente al terrorismo se sucedieron en el día de ayer, en el que también se suscitó una nueva polémica tras indicar el alcalde de la localidad, Iñaki Zarraoa (PNV), ante los insultos que recibió el lunes, que la gente «probablemente está siendo manipulada». El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, evidenció que ETA «quería asesinar, crear una masacre», y le señaló que «ni con uno, ni con cincuenta ni con quinientos coches-bomba van a hacer cambiar la posición» de los cargos y dirigentes de su partido.
La jornada deparó, asimismo, una nueva polémica por unas declaraciones del alcalde de Getxo, después de que el lunes fuese insultado por un grupo de vecinos cuando se acercó al lugar del atentado. El ministro portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, que consideró que los atentados de ETA se dirigen contra toda la sociedad vasca, lamentó la actitud de Iñaki Zarraoa por pedir silencio a los ciudadanos y acusar al PP de no asumir los principios de la democracia. Cabanillas consideró «absolutamente lamentables» desde un punto de vista político las declaraciones del alcalde y señaló que «no hay que callar ante los atentados», porque éstos son los que constituyen el problema de la democracia, no los que protestan contra ellos.
Zarraoa precisó que «le gustaría que el PP hiciese callar los insultos, no las protestas a los atentados». «Acuso -dijo a la gente que tiene el insulto como respuesta a nuestras diferencias ideológicas y, sí, acuso a algunos dirigentes del PP, porque no les veo que estén haciendo callar a esos colectivos que están en esa actitud». Según dijo, «los que se dedican a insultar o abuchear y no respetan que otro pueda pensar diferente, es gente que no ha asumido muy bien lo que es la esencia de la democracia».