Los cuatro candidatos a liderar el PSOE parecen coincidir en una cosa. El ex presidente del Gobierno Felipe González no debería ser el centro del XXXV Congreso que celebra este fin de semana el partido, ya que en esta cita, la elección del nuevo secretario general y su Ejecutiva son el tema prioritario. La misma opinión manifestó el ex número dos del Partido Socialista Obrero Español, Alfonso Guerra, quien se mostró partidario de que figuras como González o él mismo, que han tenido un fuerte peso en el partido, «dejen de proyectar sombra sobre las nuevas generaciones».
«Las personas que hemos ocupado un puesto de mucha responsabilidad, de mucha fuerza en el PSOE, no deberíamos de estar proyectando sombra sobre las nuevas generaciones que se hacen cargo del partido, y eso afecta tanto a Felipe González como a mí mismo, claro está que los delegados son muy libres de decidir», aseguró Guerra. El promotor de Nueva Vía, José Luis Rodríguez Zapatero, resaltó que lo que se discutirá en el cónclave no es la última etapa del PSOE sino «lo que debe ser la nueva etapa» y añadió que la posibilidad de que el ex jefe del Gobierno ocupe o no la presidencia tampoco será el centro del debate. A este respecto, Rosa Díez dijo que «ha mucha gente en este país obsesionada con Felipe González» y en darle protagonismo para ver si así se lo quitan al Congreso. «Quien quiera seguir obsesionado con González, que lo haga, González es patrimonio de todos nosotros», afirmó.
Entretanto, la candidata guerrista, Matilde Fernández, criticó a quien ha utilizado el nombre del líder socialista e insistió en que habría sido mejor que González, -que ha comunicado a personas de su confianza que no será presidente-, hubiese despejado la duda antes. Felipe González siguió los debates del congreso entre la expectación y el aburrimiento, tal y como puede apreciarse en las imágenes, y aprovechó la ocasión para saludar a los delegados, aunque entre bastidores siguió moviendo los hilos de su partido.