ETA volvió a atentar ayer precisamente cuando se cumple el tercer aniversario del asesinato del concejal del PP en Ermua Miguel Angel Blanco y surgió el llamado «espíritu de Ermua». A las 6.31 horas de la mañana, un coche bomba cargado con unos 20 kilos de explosivo estalló en la calle del Carmen frente al edificio de El Corte Inglés y la FNAC, uno de los centros más comerciales de Madrid.
Madrid se despertó con la noticia de que un coche bomba estallaba en pleno centro de la capital, cerca de la plaza de Callao. A las 6.07 ETA avisó en sendas llamadas a la Delegación del Gobierno en Madrid y a los bomberos, de la colocación de un coche bomba que explotaría media hora después en la esquina de la calle del Carmen con el centro comercial FNAC. Sin embargo, la deflagración se produjo diez minutos antes de lo previsto. Las llamadas de teléfono alertando del coche bomba fueron realizadas con un móvil, desde donde un comunicante algo nervioso dijo hablar en nombre de la banda terrorista ETA.La deflagración provocó importantes daños materiales en algunos edificios, que quedaron llenos de escombros y cristales. Un primer balance de los daños ocasionados por el atentado indica que 27 edificios -con más de 100 viviendas- y 50 locales comerciales, han quedado afectados por la explosión.
Tras alertar de la explosión, la policía se desplazó hasta la Plaza de Callao donde descubrió un vehículo con la matrícula doblada aparcado en una zona peatonal. Esto causó la sorpresa de uno de los agentes, que se retiró tras tomar el número de placa. Unos instantes después, el coche estallaba. Se trataba de un Renault 21 que fue robado el pasado mes de febrero en el barrio madrileño de Carabanchel. Las primeras investigaciones de la Policía indican que el artefacto estaba compuesto con 20 o 25 kilos de dinamita, previsiblemente procedente de la robada por ETA en la localidad francesa de Plevin. Lo temprano de la hora evitó una masacre ya que es una zona llena de comercios y muy concurrida.