Los consumidores y los pacientes no se mostraron muy comprensivos con el cierre de las farmacias organizado por los farmacéuticos del Estado para protestar contra las medidas liberalizadoras del Gobierno. Las asociaciones que los agrupan (OCU, la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública y el Defensor del Paciente) calificaron el cierre de «injustificable y desproporcionado» y recordaron a las farmacias que el que pierde «siempre es el enfermo».
Concretamente la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública denunció la protesta cuando los beneficios de las farmacias españolas «son los más altos de toda Europa». Unicamente la UCE pidió al Gobierno que amplíe las actuaciones a los médicos ya que son ellos los que extienden las recetas y se mostró comprensiva con la huelga subrayando el cumplimiento de los servicios mínimos. El 90 por ciento de las farmacias de casi toda España secundó el llamamiento al cierre que hizo el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, según los datos de este mismo organismo. No obstante, las ciudades que llevaron a cabo el paro -todas menos Soria, Guadalajara, León y Alava-, mantuvieron un 19 por ciento de los establecimientos abiertos, lo que según el presidente de los farmacéuticos, Pedro Capilla, supone unos servicios mínimos muy superiores a los que habían pedido los ciudadanos. A pesar de la protesta, el Gobierno confirmó ayer que no dará marcha atrás a las medidas liberalizadoras. Además, el cierre no fue bien recibido por las asociaciones de consumidores y de pacientes, que calificaron de «desproporcionado» e «injustificable».
Tal y como anunciaron, una buena parte de las farmacias españolas no abrieron ayer sus puertas para mostrar su rechazo a las medidas liberalizadoras aprobadas por el Gobierno. A pesar de que se hizo un seguimiento desigual (algunas cerraron dos horas, otras cuatro, otras ocho y otras las 24 horas), según el presidente del Consejo Oficial de Colegios de Farmacéuticos, Pedro Capilla, un 90 por ciento de los establecimientos cerraron en señal de protesta.