Todos los partidos, salvo el PP que no se pronunció, negaron ayer que el castellano esté «discriminado» en Cataluña y lamentaron que el Parlamento Europeo decidiera investigar esta cuestión por una denuncia de la plataforma Convivencia Cívica Catalana, dirigida por el eurodiputado popular Aleix Vidal-Quadras.
La Comisión de Peticiones de la Eurocámara admitió a trámite la petición de esta plataforma para examinar la «vulneración flagrante» de los derechos lingüísticos de los ciudadanos de lengua castellana en Cataluña. El portavoz de CiU en el Parlament, Ramon Camp, dijo a los periodistas en los pasillos de la cámara catalana que es un hecho «absolutamente normal» que la Comisión de Peticiones haya admitido a trámite esta reclamación, «porque cada día acepta centenares de peticiones», aunque ha negado que exista un «problema» lingüístico en Cataluña.
El dirigente socialista, José Montilla, quiso dejar claro que, en su condición de castellanohablante, «no me siento en absoluto discriminado», y señaló que «no es con recursos de este tipo ni con un exceso de normativas como se logrará normalizar el uso del catalán en Cataluña». Por su parte, el líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, calificó de «lamentable» que un organismo de la Unión Europea se haya hecho eco de una «campaña de intoxicación de una entidad marginal dirigida por un personaje obsesionado con romper la convivencia cívica en Cataluña».