El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, que presidió el encuentro de ayer, valoró la reunión y manifestó que los agentes sociales y el Gobierno han mostrado una «alta coincidencia en los objetivos» para esta nueva etapa de diálogo social.
Sin embargo, a pesar de las coincidencias, la reunión, encaminada a debatir aspectos relacionados con la Seguridad Social, se centró en la queja de los sindicatos por la medida aprobada por el Gobierno que faculta a los médicos de las mutuas a conceder altas y bajas laborales a los trabajadores. El secretario de Estado de la Seguridad Social, Gerardo Camps, matizó que el Gobierno ha facultado a los médicos de las mutuas para dar altas y bajas laborales pero que «después deben ser aprobadas o rechazadas por la Inspección de los servicios públicos sanitarios».
Añadió que el trámite reglamentario de la medida será «consensuado con todos los agentes sociales», aspecto en el que los secretarios de Política Institucional de CC OO y UGT, José Luis Sánchez y Pedro Díaz Chavero, respectivamente, reconocieron que el Ejecutivo ha modificado su actitud. No obstante, advirtieron de que la medida es un «mal comienzo para el diálogo social y supone un incumplimiento de los acuerdos establecidos», dijo Sánchez. Así mismo, recordaron que la semana pasada, los secretarios generales de CC OO y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, respectivamente, enviaron una carta al presidente del Gobierno, José María Aznar, en la que pedían la urgente retirada de la iniciativa.