El Gobierno sigue centrando su atención en el futuro de la política en el País Vasco. El presidente José María Aznar lamentó que el Pacto de Lizarra siga vigente, tal y como demuestra la votación en el Parlamento vasco en la que se decidió no retirar las subvenciones a Udalbiltza (Asamblea de Municipios vascos).
El Ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, aseguró que el PP está en condiciones de articular una mayoría no nacionalista en el País Vasco, aunque estará obligado a dialogar con los nacionalistas. El PSE, un manifiesto político hecho público hoy, también se presenta como alternativa a medio plazo para suceder al PNV en el Gobierno vasco, al que culpa de formar parte de un frente nacionalista que ha provocado la crisis en el País Vasco. Al término de su viaje oficial a Filipinas, Aznar dijo que este hecho demuestra la «nula voluntad de rectificación del PNV», al tiempo que reclamó una «rectificación completa» de este rumbo.
El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, fue algo más adelante en el tiempo, tratando de explicar lo que puede ocurrir en la escena política vasca. Según el ministro, el PP está ahora mismo en condiciones de liderar un proyecto político de mayoría no nacionalista, pero cuya pluralidad deberá manifestarse acudiendo «al encuentro de los nacionalistas y buscando la comodidad de los nacionalistas». También el PSE parece dispuesto a liderar la sucesión del PNV en el Gobierno vasco. En un manifiesto político, aprobado por unanimidad, el PSE se postula como sucesor de los nacionalistas a medio plazo y advierte que «ni quiere, ni puede, ni debe contribuir al sostenimiento de un Ejecutivo a la deriva como el de Ibarretxe».