Todos los miembros del Comité Ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores, principal órgano del sector editorial español, presentaron ayer su dimisión en bloque como protesta por las medidas del Gobierno sobre el precio de los libros de texto, contra las que promoverán «actuaciones drásticas».
Los editores, reunidos en Bilbao en su III Congreso, aseguraron que la medida del Gobierno es «incompatible con una política de Estado para el libro y la cultura y que dificultará la libertad de edición». Niegan los profesionales que la iniciativa del ejecutivo pueda ser considerada una medida liberalizadora y sostienen que, «muy al contrario, se trata de una medida intervencionista, ya que crea un régimen excepcional de precios, es contraria a la libre competencia y totalmente arbitraria». «Su carácter demagógico y la presentación que de la misma ha hecho el Ministerio de Economía no pretenden más que engañar a los consumidores», agregan.
Los editores, que exigen «ser también europeos en el tratamiento comercial del libro», estiman que los consumidores «pagarán en otros artículos las presuntas rebajas de los libros y no podrán beneficiarse de una medida injusta y contraria al libre comercio y que sólo favorece a los grandes tiburones comerciales». Este colectivo ha expresado su solidaridad con los libreros, a quienes considera «el sector más dañado por la intervención del gobierno», y ha asegurado que la opinión «unánime» del sector es que la acción del Gobierno «crea la situación más grave que cabe imaginar para las librerías españolas». Después de celebrar dos sesiones de trabajo con la presencia de ponentes como el Director de la Real Academia de la Lengua, Víctor García de la Concha o el presidente de Planeta, José Manuel Lara, tuvo lugar una reunión del Comité Ejecutivo en la que todos sus miembros presentaron su dimisión.