El Ministerio de Hacienda confirmó ayer el nombramiento como jefe de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude de Jesús Bermejo, ex director general de la Agencia Tributaria y hasta ahora director del Instituto de Estudios Fiscales. Bermejo abandonó el cargo de director de la Agencia Tributaria en 1997 tras ser acusado de llevarse de su antiguo despacho en la Unidad de Represión del Fraude Fiscal expedientes relacionados con la amnistía fiscal por valor de 200.000 millones de la que el PP acusó al Gobierno socialista.
Esta circunstancia llevó al portavoz parlamentario del PSOE, Luis Martínez Noval, a calificar de «inaudito» el nombramiento y a acusar a Bermejo de haber protagonizado la comisión de investigación que estudió la denominada «amnistía fiscal» aprobada en la etapa socialista. Esa comisión, según recordó, resultó ser «una monumental frustración para el PP y su Gobierno» y Bermejo tuvo que abandonar la Agencia Tributaria por «las abrumadoras evidencias que había respecto a su irregular actuación», pues se le acusó de visitar la delegación de Hacienda de Madrid «para sacar expediente fiscales para el PP», algo que «dice muy poco en favor de esa persona». En opinión de Martínez Noval, que se le haga ahora responsable de la política antifraude sólo puede significar «que el PP y su Gobierno le deben mucho», pues su anterior etapa «acabó como el rosario de la aurora».
Por su parte, el portavoz de economía de IU, Gaspar Llamazares, dijo que, con este nombramiento, se demuestra que el Gobierno quiere «hacer muy poco en la lucha contra el fraude», señaló que supone «poner a la zorra a cuidar las gallinas» y subrayó que una persona que ha tenido «dificultades» en relación con una materia, debería ser la última de las opciones para ocupar un puesto referido a ese área.