Los accionistas de Telefónica deben mantener la tranquilidad, al saber distinguir «lo que es la empresa de las personas que puedan estar al frente de las compañías». Así se manifestó el presidente del Gobierno respecto al conflicto desatado sobre la posibilidad de que el presidente de Telefónica, Juan Villalonga, utilizara información privilegiada al comprar opciones de la compañía.
«No se deben mezclar las cosas», dijo Aznar en lo que se interpreta como un claro distanciamiento de su antiguo compañero Juan Villalonga. «Hay que saber distinguir muy bien lo que es la empresa española de lo que son las personas que pueden estar al frente de compañías españolas», afirmó, realizando a renglón seguido un llamamiento a la tranquilidad a los dos millones de españoles que son accionistas de la operadora. «Que estén tranquilos, que los problemas, también cuando son de una empresa, se resuelven», aseguró.
Mientras Aznar hacía este llamamiento a la tranquilidad desde Pekín, el presidente de la CNMV, Juan Fernández Armesto, solicitaba comparecer «cunato antes» en el Congreso para aclarar el expediente informativo abierto por la operación realizada por Villalonga en enero de 1998. Esta comparecencia ha sido exigida por PSOE e IU, también la solicitó el PP la semana pasada. Armesto pretende exponer ante los diputados esta misma semana todos los detalles de la investigación de la operación, que ha generado tensiones entre él y el vicepresidente del organismo supervisor de la Bolsa y ex diputado del PP, Luis Ramallo. La CNMV ratificó hoy que el pasado 16 de junio, Armesto decidió la apertura del expediente a Telefónica por la operación realizada por Villalonga y otras personas el 2 de enero de 1998, con la compra de opciones sobre acciones en un momento en el que la compañía tramitaba nuevas alianzas internacionales.