«No voy a asumir la responsabilidad de poner en marcha una mesa de diálogo en la que vayamos todos juntos y salgamos todos separados», explicó el lehendakari Ibarretxe, que no está dispuesto a asumir un fracaso. Por ello, avanzó que no convocará este foro hasta que no observe la «madurez política» necesaria que garantice la presencia de todas las formaciones políticas.
En una rueda de prensa para dar cuenta de las reuniones que mantuvo el lunes con los partidos del arco parlamentario vasco, el jefe del Ejecutivo, afirmó que esta cuarta ronda de contactos supone el incio de un «camino» para establecer las líneas básicas que permitirán constituir una mesa de partidos que deberá basarse, dijo, en el «respeto a las instituciones, a los derechos humanos y en el derecho a la ciudadanía vasca para que pueda ser lo que nosotros decidamos».
El lehendakari excluyó la posibilidad de que la mesa de diálogo se constituya con la ausencia de alguna formación, porque, según dijo, «cuando se ha planteado una mesa de estas características no ha salido bien». De esta manera, rechazó la propuesta que lanzó el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, quien vio factible crear un foro sin la presencia de PP y EH. Para Ibarretxe, «es absolutamente necesario», que estén todos. Por eso, hizo un llamamiento al PP, que no acudió a la ronda de consultas, para que se incorpore al diálogo y abandone el «aislamiento». «El que no habla, niega la solución a los problemas», dijo. Para Ibarretxe, es necesario establecer en encuentros previos los «elementos comunes» y también centrar las «diferencias» antes de convocar una mesa. «No caigamos ni en la resignación ni en el inmovilismo, pero tampoco en una falta de ilusión», enfatizó. A este respecto, el portavoz de EH, Arnaldo Otegi, advirtió al presidente del PNV que no puede plantear un foro de diálogo político sin el PP y EH.