Xabier Arzalluz realizó ayer una severa crítica hacia el Gobierno central, presidido por José María Aznar, al que acusa de usar la mentira como arma y de no querer la paz, al tiempo que asegura que no abandonará Lizarra aunque sí escuchará otra propuestas de paz. Arzalluz realizó estas manifestaciones en vísperas de que hoy el lehendakari, Juan José Ibarretxe, mantenga una ronda de conversaciones con todos los partidos, y a menos de una semana de la reunión de los presidentes vasco y español que se celebrará el jueves en La Moncloa.
Arzalluz aseguró que el PNV sigue teniendo la paz como objetivo prioritario, algo que no comparte, según él, el Gobierno de Aznar, que antepone los resultados electorales a la consecución de la pacificación. A Aznar «le ha servido el tema de ETA y del PNV para crear un enemigo y mostrarse como el héroe que va a matar al dragón y con eso recoger votos». Calificó de inaceptable la decisión del PP vasco de no acudir a la ronda de conversaciones promovida por el lehendakari, al tiempo que recordó que el PNV «no coopera en políticas activas en ningún sitio con HB».
Anunció que no renunciará al pacto de Lizarra, que «no es más que un planteamiento de paz, del que no se sale», aunque atenderá a todas las propuestas de paz que reciba, como la realizada por el presidente del PSE, José María Benegas, cuya propuesta, si es mejor que la surgida del nacionalismo, tendrá el apoyo del PNV. Arzalluz también criticó a ETA, a la que llamó desalmada, ya que «no ha cedido ni un milímetro, no sabe cómo retirarse a pesar de que conoce que le ha llegado la hora». En estos momentos, la banda armada sólo avergüenza a todos los vascos y «favorece al enemigo».
Además, destacó que el Gobierno tiene «todo el poder mediático y financiero, a través de lo que han mangoneado con las privatizaciones», dando «las cosas a los amiguetes del círculo de Rato o de Aznar» y utilizando la mentira como arma.
«El 80 por ciento de los medios de comunicación están dirigidos desde La Moncloa», lo que les da la «base social suficiente para montar un estado de excepción el día que ellos quieran». Dudó que «en España existan condiciones para el relevo de unos partidos a otros sea posible». Arzalluz remató sus descalificativos afirmando que «la mentira es el alma y el arma» de Aznar y «de los suyos», al tiempo que le aseguró que «tiene todo mi desprecio».
El portavoz del PNV, Joseba Egibar, aseguró que «el PNV nunca dará la espalda a una propuesta de diálogo», aunque dudó de las intenciones del PSE con su propuesta de diálogo. Criticó a HB por «no tener cintura política» y recordó que «si alguien ha roto las alianzas estratégicas ese ha sido ETA y no el PNV». El lehendakari, Juan José Ibarretxe, pidió a todos los partidos políticos su colaboración para dejar atrás «la fase de enfrentamiento en la que hemos estado y estamos en la sociedad vasca, para adentrarnos, entre todos, en una fase de entendimiento».
Ibarretxe no quiso valorar la decisión del PP vasco de no acudir a la ronda de conversaciones que tendrá hoy con todos los partidos, unas reuniones que se centrarán en el respeto a los derechos humanos de las personas y en la voluntad de la sociedad vasca.