El presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, y el jefe del Gobierno, José María Aznar, acordaron ayer abrir una nueva etapa de diálogo permanente entre ambos países que permita impulsar las relaciones comerciales. Putin compareció en conferencia de prensa con el presidente del Gobierno, José María Aznar, con quien se reunió por segunda vez en La Moncloa, al término de su primera visita oficial tras su investidura como presidente ruso y que se ha visto eclipsada por la detención en Moscú de un importante magnate de los medios de comunicación.
Aznar agradeció a Putin esa deferencia, que el presidente ruso explicó en función de la consideración que le merece España como miembro de la UE en términos políticos y económicos, y ambos se refirieron a la decisión de mantener un contacto anual alternativamente en España y Rusia. El presidente del Gobierno recordó que Putin ha recibido la confianza de los electores rusos en lo que supone una apuesta por «la esperanza democrática, en términos de bienestar, de igualdad, de esperanza en un Estado de Derecho como garantía de libertades y derechos para todos». Destacó que se ha producido «un traspaso de poderes democrático, lo cual es histórico en Rusia», que confió contribuya a consolidar «los valores democráticos, el Estado de Derecho, una economía reformada» en una Rusia que sea «una garantía de estabilidad para todos».
En cuanto a la detención del magnate ruso Vladímir Gusinski, proopietario de Media Most "uno de los grupos de comunicación más importantes del país", Putin dijo que la Fiscalía de su país actuó con independencia. El jefe del Kremlin, que se declaró «sinceramente muy preocupado» por el arresto de Gusinski bajo las acusaciones de robo y estafa, subrayó que éste no ha devuelto créditos por valor de «miles de millones de dólares».