El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, salió ayer en defensa del líder de Unió Democràtica de Catalunya, Josep Antoni Duran i Lleida, tras conocerse que una cuñada de éste trabajó en una empresa subvencionada por el departamento de Trabajo de la administración autonómica. Pujol salía así al paso de la información según la cual la Generalitat subvencionó con 641 millones, entre 1994 y 1999, a una empresa de formación ocupacional que tuvo en nómina durante 3 años y medio a Cristina Colls, cuñada de Duran Lleida.
Se da la circunstancia de que Cristina Colls Peira recibió un sueldo de esta empresa subvencionada por la Consellería de Trabajo cuando trabajaba a tiempo completo en la secretaría de organización de UDC. «Tengo plena confianza en Duran i Lleida», contestó Pujol al ser preguntado sobre este asunto durante una rueda de prensa que ofreció ayer sábado en Lleida.
El presidente de Convergència, socio de Gobierno del partido de Durán i Lleida, mostró su convencimiento de que «su actuación ha sido siempre la correcta». Pujol también aprovechó la ocasión para defender la gestión al frente del departamento de Trabajo realizada por el anterior conseller, Ignasi Farreres, también dirigente de Unió Democràtica de Catalunya. El presidente de la Generalitat ha rehusado entrar en el fondo del asunto y ha dado el tema por zanjado tras manifestar que está «puntualmente informado de todo» a través de la investigación abierta por el actual conseller de Trabajo, Lluís Franco.