El Gobierno no aprobará la fusión de Telefónica y KPN si el Estado holandés mantiene su participación en el capital de la segunda. Según fuentes del Ministerio de Economía, hay «muchas dificultades» para que esta alianza se ajuste a la normativa de competencia, por lo que no hay que descartar que el Estado utilice la 'golden share' a la que tiene derecho por ser la compañía de telecomunicaciones una empresa privatizada, e impida la operación. «La operación presenta muchas dificultades por la fuerte presencia de capital público en la operadora holandesa y deberá ser analizada al amparo de las leyes de Defensa de la Competencia para defender el interés general de los ciudadanos», explicaron ayer fuentes próximas al vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato. El Gobierno tiene la potestad de ejercer la 'golden share' para impedir la fusión de la operadora española con otra compañía si considera que se trata de una decisión estratégica con implicaciones que van más allá de lo estrictamente económico.
Si el Gobierno holandés no vende la participación del Estado en KPN, que alcanza un 43 por ciento del capital de la operadora, se convertiría en el primer accionista del grupo resultante de la fusión, con un 17 por ciento del capital, una participación superior a la del BBVA, que se diluiría hasta menos del 4 por ciento.
El Consejo de Administración de Telefónica mantendrá una reunión extraordinaria hoy para analizar la integración total o parcial de la operadora holandesa. Según fuentes de la compañía, los miembros del Consejo serán informados de la marcha de las negociaciones con la operadora holandesa KPN y analizarán las posibilidades de la operación, aunque no tienen que alcanzar una decisión definitiva sobre el acuerdo.