El nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, tomó ayer posesión de su cargo en el Palacio de Santa Cruz, de manos de su antecesor, Abel Matutes. Ambos tuvieron numerosas palabras de elogio para el otro. Matutes, que deja el cargo y la vida política activa tras 25 años de dedicación, comentó que aunque las despedidas son tristes, la suya no lo es. Añadió en tono emotivo que había sido «un honor representar a España en el exterior formando parte del primer Gobierno de Aznar». Por su lado, Josep Piqué señaló que la proyección de España se ha acrecentado enormemente estos cuatro años en los que Matutes ha estado al frente de Exteriores. Aludió también a la colaboración extraordinaria que ha mantenido en este tiempo con el jefe de la diplomacia española.
El ex portavoz pide a su sucesor que no se corte el
pelo
Josep Piqué dio ayer el bastón de portavoz al ya ex director
general de RTVE, Pío Cabanillas. Piqué protagonizó una de las
anécdotas de la jornada al recomendar a su sucesor que no cometiera
el «gravísimo error» que él había tenido nada más llegar al cargo
de portavoz. «No te cortes el pelo», comentó, entre las risas de
todos los asistentes. Cabanillas le prometió que no se cortaría la
melena, pero ironizó que, quizá, ésta se le cayera sola.
Rajoy hará «lo imposible» para superar la labor de
Cascos
El nuevo vicepresidente primero y ministro de la Presidencia,
Mariano Rajoy, agradeció al presidente del Gobierno, José María
Aznar, su confianza por haberle encomendado una tarea de tanta
«importancia y trascendencia» y señaló que éste le ha encargado un
reto «objetivamente difícil», ya que lo es sustituir a su antecesor
y conseguir mejorar el «alto nivel de eficiencia de esta casa».
«Haré todo lo imposible para hacerlo, porque lo imposible a veces
es también posible, pero, al menos, intentaré estar a la altura de
las circunstancias y mantener el nivel de eficiencia de la casa»,
añadió. Rajoy pronunció estas palabras durante el acto de traspaso
de poderes, acto al que además de su antecesor Francisco Àlvarez
Cascos, asistió José María Aznar. Además, el ministro de la
Presidencia se dirigió a los funcionarios, a quienes les pidió
espíritu de superación y les solicitó que, si en alguna ocasión
hacía algo que necesitara rectificación, se lo advirtieran «con
celeridad», ya que «nadie tiene la razón absoluta ni el
conocimiento de todo».