El nuevo Gabinete que ayer hizo público el presidente del Gobierno responde, según José María Aznar, a las «prioridades» de impulsar «consensos básicos» nacionales, avanzar hacia el pleno empleo, fortalecer la proyección internacional de España y apostar de forma «decidida» por la innovación tecnológica.
Pero lo cierto es que con el segundo Gobierno de Aznar se ha reajustado en profundidad y nadie duda que es más centrista y prima la estabilidad en todos los aspectos. Los ministros más centristas (Rato, Rajoy y Piqué) son los más favorecidos en el amplio reajuste.
En una breve comparecencia ante los periodistas para explicar el nuevo Gobierno, que hoy jurará el cargo y a las 11.00 horas celebrará su primer Consejo de Ministros, Aznar explicó que Mariano Rajoy será el coordinador político del Ejecutivo y Rodrigo Rato el económico.
El jefe del Gobierno anunció además que se ampliará de dos a tres las Secretarías de Estado en Exteriores -Unión Europea, Asuntos Exteriores y Cooperación e Iberoamérica-, y que se traspasarán las competencias en telecomunicaciones de Fomento a un nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnología, que será el encargado de impulsar en España el nacimiento de la «sociedad de la información».
Aznar, que compareció ante los periodistas con el ya célebre «cuaderno azul» en el que, según explicó tras su victoria electoral, figuraba la lista del nuevo Gobierno, se mostró «satisfecho» por haber llegado a esta composición del Ejecutivo, que constituye, según subrayó, el «equipo adecuado» para desarrollar las prioridades básicas expuestas en su discurso de investidura. Estas prioridades se basan en «cuatro ejes básicos»: la búsqueda de «acuerdos de Estado» y «consensos básicos» nacionales, el desarrollo de políticas económicas y sociales encaminadas al pleno empleo, el crecimiento y la competitividad, el fortalecimiento de la proyección internacional de España y una «apuesta decidida» por la innovación, la investigación y la «revolución tecnológica».
De acuerdo con el jefe del Ejecutivo, el cumplimiento de estos objetivos determinan la configuración de un nuevo Gobierno en el que Mariano Rajoy es el gran favorecido ya que será el vicepresidente primero y «coordinador político» del Gabinete, mientras que Rodrigo Rato ocupará el cargo de vicepresidente segundo y ministro de Economía, al que corresponderá «toda la responsabilidad» sobre el área económica.