El presidente del Gobierno, José María Aznar, planteó en su segundo discurso de investidura los grandes pactos de Estado que ya avanzó durante la campaña electoral. La paz en Euskadi, el pleno empleo, la renovación del Pacto de Toledo, el nuevo modelo de financiación autonómica, el fortalecimiento de las corporaciones locales, la reforma de la Justicia, el Plan Hidrológico Nacional, y la creación de un moderno sistema de Formación Profesional, son los acuerdos que pretende alcanzar con el consenso de las fuerzas políticas, las instituciones y los agentes sociales. Aznar completó sus propuestas con un ambicioso plan de reformas, entre las que destacan la de la Ley de Extranjería o la de Humanidades. También confirmó la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
La intervención de José María Aznar, que duró una hora, cumplió las previsiones sin avanzar más compromisos de aquellos que ya anunció durante la campaña electoral. Pidió la confianza de la Cámara porque su programa de Gobierno no representa un «programa conformista, ni meramente continuador de lo ya realizado», sino un «proyecto serio y coherente» que permitirá a España entrar con normalidad y buenas oportunidades en el siglo que comienza.
Dedicó una especial atención a la reforma de la Justicia, un departamento en el que «existe una notoria insatisfacción». A este respecto, desglosó las «parcelas» que requieren una actuación inmediata: la reforma del proceso penal, del sistema de penas y del control de su cumplimiento; la ratificación del Tribunal Penal Internacional; la reforma del proceso civil; la nueva regulación de los derechos de petición, de asociación y de fundación.
Otro de los puntos clave de su intervención fue el pacto autonómico para dar estabilidad al modelo de financiación autonómica, Con este propósito, abogó por «poner el acento en la cooperación, las propuestas de cohesión territorial y la mejora del sistema común». Destacó la necesidad de impulsar un pacto local con el fin de fortalecer el poder municipal y avanzar en el proceso de descentralización, potenciando así a la administración local y dotándola de más autonomía de gestión.
Confirma la reforma de la Ley de Extranjería, apostó por un pacto de Estado para lograr que España sea «un país de acogida» y anunció la creación de una Delegación del Gobierno para la inmigración. En materia de Sanidad, explicó que el objetivo es que los pacientes puedan elegir cualquier centro público o concertado por cuenta del Sistema Nacional de Salud para las pruebas diagnósticas.