El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, aseguró ayer que el PP y el PSE preparan de forma concertada «una estrategia de desestabilización para, si se produjera un atentado de ETA, lanzarse a degüello contra el lehendakari y el PNV», afirmación que mereció duros reproches por parte de Gobierno, populares y socialistas.
El dirigente nacionalista señaló en conferencia de prensa "convocada para informar de los actos del Aberri Eguna" que el empeño del PNV es trabajar en la búsqueda de la paz. «No sabemos si va a fracasar "apuntó", estamos empeñados en que no sea así, pero en todo caso parece, y esto es terrible, que tanto el PP como el PSE se alegran de este fracaso, que ellos dan por seguro, sin ofrecer ninguna alternativa de pacificación».
Arzalluz señaló que PP y PSE, si no desean un atentado de ETA, «por lo menos están esperando a que actúe y en esa previsión tienen pacto para aprovecharlo como última arma arrojadiza para tratar de poner en una situación insostenible a Ibarretxe y al PNV».
Respecto a posibles contactos con la banda terrorista, Arzalluz aseguró que el PNV no ha tenido ningún contacto «ni directo ni indirecto con ETA» desde el mes de julio. El ministro de Interior en funciones, Jaime Mayor Oreja, calificó de «terrible» y «macabro» que el PNV hable de una estrategia conjunta del PP y PSE ante un posible atentado, cuando este partido tiene «un pacto político con un grupo que no va a condenar este atentado».
El ministro calificó las afirmaciones de Arzalluz de «conspiraciones y patrañas» y pidió al presidente del PNV que «deje de inventarse historietas», al tiempo que señaló que lo «dramático» es «colocarse la venda antes de la herida».
El presidente del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, calificó de «esperpénticas» estas declaraciones «cuando su partido se apoya para gobernar en HB, cómplices activos de la estrategia de ETA». El dirigente popular cree que el presidente del PNV «prefiere a ETA como agente político antes que a una oposición constructiva».