Varias pintadas y carteles aparecieron ayer en el casco viejo y la plaza Gudari de la localidad guipuzcoana de Hernani contra la juntera socialista Izaskun Gómez, en los que se la califica de «asesina».
En los carteles, que no llevan firma, aparece la foto de la juntera, a quien hacen responsable de la dispersión de 13 vecinos de Hernani y de «la guerra sucia contra Euskal Herria». Asimismo, le critican que participara hace unas semanas en una manifestación en San Sebastián «con el único objetivo de aniquilar a este pueblo». Finalizan los pasquines calificándola de «fascista» y advirtiéndole que la van a «botar de Euskal Herria».
Mientras, Euskal Herritarrok de Alava realizaba ayer un llamamiento a los sectores progresistas y abertzales para «intensificar la presión política» en el territorio, siguiendo la línea del acuerdo entre la coalición y el PNV para la dirección de la Caja Vital, y con el objetivo de «plantar cara al frente españolista», en su estratregia de «auténtica limpieza étnica».
En rueda de prensa, el dirigente de EH en Alava Antxon Morcillo, junto con Jose Enrique Bert y Santi Hernando, denunció que, tras el triunfo electoral del PP, Alava se está utilizando como «un laboratorio de pruebas» de la «ofensiva del frente españolista», con el fin de «apartar de la sociedad y de los puestos de funcionariado» a los que discrepan ideológicamente de PP y PSE-EE. «Se está llevando a cabo una auténtica limpieza étnica para maginar y apartar a los que no están en sintonía con el frente españolista», advirtió.
A su juicio, se está retomando la idea del «hispanocentrismo», en virtud de la cual, «todo vale». En este sentido, criticó el «seguidismo y entreguismo» del PSE-EE a las políticas del PP y se preguntó «¿dónde ha quedado el pacto de progreso entre PSE-EE e IU-EB?»