El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, dejó claro ayer que sus objetivos siguen siendo conseguir para Catalunya «más poder político y financiero», pero reconoció que todavía es pronto para saber con que fuerza contará para conseguirlo. Asimismo, recordó que no se dejará «arrastrar por operaciones desestabilizadoras ni planteamientos frentistas» ante la mayoría absoluta del PP, aunque advirtió al Gobierno de que según sea su actuación puede pasar que «no nos quede más solución que enrocarnos».
Pujol recordó a José María Aznar que «las mayorías absolutas son siempre fugaces y finalmente lo que se impone es la realidad del país que es mucho más compleja». «Un día se sube y otro se baja», dijo.
Pujol hizo estas declaraciones en la sesión del control del primer pleno del Parlament tras las elecciones generales, en la que la nueva situación política surgida de las urnas marcaron las preguntas de Pasqual Maragall (PSC-CpC), Alberto Fernández Díaz (PP) y Rafael Ribó (IC-V), los cuales instaron a Pujol a definir su nueva estrategia después de que CiU haya dejado de ser decisiva en Madrid. Rafael Ribó instó a Pujol a clarificar si va a jugar a «enrocarse o a ser monaguillo del PP», ante lo cual el presidente negó ambas posibilidades. «Evidentemente no queremos ser monaguillos de nadie y si nos llevaran a ello esto sí que nos conduciría a una situación de 'enrocamiento'».
Pujol no se pronunció sobre si es partidario de un pacto con ERC o de continuar contando con el PP para garantizar la gobernabilidad de Catalunya, aunque quiso dejar claro que «CiU gobernará Catalunya, entre otras cosas porque en el Parlament no hay una posibilidad de un gobierno alternativo».
Asimismo, reprochó a Pasqual Maragall que ahora proponga la unidad de las fuerzas catalanas para ir a Madrid a negociar con una sola voz, porque «cuando el PSOE tenía mayoría absoluta se hizo una política tremendamente regresiva desde un punto de vista catalán». «Quizá ahora han pasado por el camino de Damasco y han cambiado, pero no lo sabemos y como no lo sabemos habrá que esperar».