El presidente del Gobierno y candidato del PP a la reelección, José María Aznar, aprovechó ayer su estancia en Bilbao para arremeter contra el PNV, con quien aseguró que, si gana las elecciones, no volverá a pactar mientras no abandone el Pacto de Estella, acuerdo «impermeable a la sangre que ETA ha vuelto a hacer derramar». Aznar criticó duramente este pacto al que acusó de ser el responsable de la «fractura social» que ha dividido a la sociedad vasca en «nacionalistas y no nacionalistas».
Aznar explicó que apostó hace cuatro años por un entendimiento constructivo con el PNV, una decisión que, según dijo, iba más allá de la mera necesidad aritmética para gobernar. El alejamiento del «territorio común de los demócratas» que, a juicio de Aznar, ha emprendido el PNV, y la «enloquecida carrera» que lleva la formación de Arzalluz, es lo que, según aseguró, le ha llevado a anunciar que no pactará con esta formación hasta que no abandone Estella.
Aseguró que los que debían «tomar nota» de que la sociedad vasca está «saturada» de la política «sectaria, insensible y ciega» del nacionalismo "el Gobierno vasco" «no lo van a hacer», como lo demostraron después de los últimos atentados, donde se han dedicado a «darse autobombo» y se han dolido de las «críticas inventándose «trampas» para no oir el grito de «Basta ya». Así, culpó al Pacto de Estella de la «fractura social» creada, un acuerdo que calificó de «fraude, un engaño vergonzoso que falsea y mancha lo más noble de la sociedad vasca, que es su deseo de paz».
A su juicio, este acuerdo «ha dividido a la sociedad vasca en nacionalistas y no nacionalistas; ha generado Gobiernos exclusivos y excluyentes; impide el diálogo porque ni sabe, ni puede, ni quiere hablar de otro lenguaje que el de la imposición; ha querido destruir al Estatuto de Autonomía; permite que haya una fuerza política que da cobertura a ETA y que se desgañita, haciendo el ridículo en inglés, en el Parlamento Europeo; y permite a ETA amedentrar y condicionar la vida política y social en el País Vasco».