El presidente del Gobierno, José María Aznar, anunció ayer que, si el PP gana las elecciones, hará una reforma del IRPF con un ahorro fiscal medio del ocho por ciento a favor de los asalariados, principalmente los de menores rentas, las familias y los pensionistas. La rebaja del tipo mínimo del 18 al 15 por ciento y la reducción del marginal máximo del 48 al 46 por ciento, según Aznar, provocará que, para dos terceras partes de los contribuyentes, esta disminución efectiva esté próxima al 28 por ciento.
Además, se incrementarán las reducciones por rentas del trabajo y pensiones: 600.000 pesetas para los contribuyentes con rendimientos iguales o menores a 1'8 millones y un incremento de hasta 750.000 pesetas para contribuyentes mayores de 65 años (el 90% de los pensionistas dejará de pagar el IRPF). Aznar destacó además que se elevarán los mínimos por hijos en el IRPF (para menores de tres años 150.000 pesetas y para los hijos el mínimo fijado pasa a 300.000 pesetas, con un mínimo familiar exento de al menos 1'75 millones para familias con segundo hijo).
Por último, se favorecerá el ahorro familiar a largo plazo, con la posibilidad de crear un plan de pensiones familiar que se beneficie de una aportación máxima de 1'5 millones para la reducción fiscal, en aquellos casos que uno de los cónyuges no perciba rentas de trabajo.
Aznar concretó las medidas de esta «segunda revolución fiscal» durante una conferencia organizada por el «Colegio de Economistas de Madrid», donde aseguró que «la principal novedad» a la que se enfrentará la economía española en los próximos años será que vivirá «el más largo ciclo de expansión» desde mediados de los años sesenta.