El nuevo ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, tras haber jurado el cargo ante el Rey, tomó ayer el relevo en el departamento que dirigió su antecesor, Manuel Pimentel, quien no estuvo presente en el acto. Pimentel prefirió hacer el traspaso a solas, por lo que Aparicio (cuyo nombramiento apareció ayer en el Boletín Oficial del Estado) recibió la cartera de manos de su predecesor en el despacho del ministro.
Aparicio agradeció el «afecto y la consideración» de quienes han trabajado con él en la Administración, pero aunque hizo referencia al primer ministro de Trabajo del Gobierno del PP, Javier Arenas, presente en el acto de relevo, y a otras personas de Administraciones Públicas y de Interior, no mencionó en ningún momento a Manuel Pimentel. «Ganan los equipos que, además de buenos titulares, tienen un buen banquillo», afirmó el hasta ayer secretario de Estado de la Seguridad Social, quien tuvo también palabras de elogio para el Gobierno.
Después de ceder la cartera ministerial a Aparicio, Pimentel se montó en un taxi y salió rumbo a las sedes de UGT, CC OO y CEOE para despedirse personalmente de sus dirigentes y agradecerles su colaboración en los trece meses que ha durado su gestión al frente de Trabajo. En UGT fue recibido por el secretario de Organización, Alberto Pérez, y otros miembros de la ejecutiva ugetista. Tras una breve reunión, Pérez destacó la relación «correcta, fluida y respetuosa» que el sindicato ha tenido con Pimentel durante su mandato como ministro y elogió «su buen talante». Al llegar a la sede de CC OO, el secretario general del sindicato, Antonio Gutiérrez, y Pimentel se fundieron en un apretado y emotivo abrazo antes de pasar a una sala en la que estuvieron reunidos alrededor de media hora. Según fuentes de la central sindical, la entrevista fue «muy emotiva» y Pimentel estuvo a punto de «soltar la lágrima» cuando repasó algunos asuntos que no ha culminado en Trabajo, como los relativos a la siniestralidad laboral, la formación y el seguro de desempleo para los sindicalistas.