El rey don Juan Carlos envió su habitual mensaje navideño, en el que hizo especial hincapié a la situación creada tras el anuncio de ETA de romper la tregua. En ese sentido, destacó que la sociedad «no van a permitir que el dictado del terrorismo impida nuevamente cerrar el largo capítulo de dolor que ha provocado», subrayando además que éste debe ser el objetivo «que debe unirnos a todos» en torno a los valores «éticos y de convivencia que defendemos».
El Rey señaló que a pesar del balance optimista que se puede hacer del año, y que se refleja en una línea de «progreso y desarrollo», España «vuelve a sufrir la amenaza de esa forma de violencia extrema y alevosa que es el terrorismo». Argumentó, en aras de la unidad que propugna para hacer frente a la situación, que los españoles han sabido fortalecer su voluntad colectiva y su unidad «frente al largo desafío que la violencia terrorista ha lanzado contra el marco de convivencia democrático».
Abogó además por reafirmar el compromiso común con la paz y libertad como «bienes supremos e irrenunciables» de toda sociedad civilizada. Mencionó como ejemplo más claro de esa voluntad el reconocimiento «unánime» hacia todas las víctimas del terrorismo, que se ha plasmado en una Ley por la que recibirán ayudas «que contribuyan en alguna medida a paliar sus sufrimientos».