El Gobierno advirtió ayer que ETA siempre ha contestado con un atentado terrorista cuando ha recibido «un golpe muy duro» y recordó que tras la liberación del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, secuestró y asesinó al edil popular Miguel Angel Blanco, por lo que se mantendrá en alerta.
En el mismo sentido se pronunció el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, quien se mostró convencido de que ETA «volverá a insistir, necesitará actuar antes de las elecciones» y recordó que cuando la Guardia Civil localizó el zulo donde estaba secuestrado Ortega Lara, los terroristas se vengaron y actuaron con «crueldad» mantando a Miguel Angel Blanco.
Para el portavoz del Gobierno, Josep Piqué, que compareció en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, no hay menor duda de que ETA tenía previsto volver a atentar cuando decretó la tregua, y añadió que se confundieron quienes interpretaban la actitud de los terroristas como un intento de modificar determinadas actitudes políticas, concretamente de los partidos nacionalistas vascos.
Piqué subrayó que son «completamente erróneas» las posibles aproximaciones a ETA con el pretexto de servir para propiciar el abandono de las armas y señaló que si la «unidad» para ver el grado de aproximación de ETA a los partido políticos es el kilo de cloratina se puede llegar a la situación absurda de que cuanto más se acerquen los partidos políticos a los terroristas más kilos de cloratina. Añadió que se «equivocan rotundamente» los partidos que siguen pensando que la mejor manera de conseguir que ETA abandone las armas es ir cediendo espacios de soberanía política, e incluso advirtió que es un error estratégico de enorme dimensión, al tiempo que demuestra una «gran incapacidad política» el hecho de no ver las cosas.