El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, acusó ayer a Xabier Azalluz de haber perdido el descaro por hablar con normalidad de que podría acceder a la independencia con un 51% de los votos de los vascos. Mayor Oreja advirtió que «tenemos el riesgo de frivolizar sobre unas cuestiones que han sido, son y serán esenciales para la convivencia».
En este sentido, precisó que son temas muy serios y «no deberíamos frivolizarlos nadie. «Por eso es muy importante que los que creemos en la Constitución y el Estatuto, que sabemos la importancia que han tenido y tendrán como instrumento de convivencia, estemos a la altura de la responsabilidad y de las circunstancias». Por este motivo, resaltó que hacía una «apelación, un llamamiento» a la responsabilidad.
El Portavoz del Gobierno, Josep Piqué, advirtió a Arzalluz, que es un «disparate» que hable de independencia en «términos de porcentaje» y le recordó que la Constitución sólo se puede cambiar a través de los procedimientos recogidos en la propia Carta Magna.
Entretanto, el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, afirmó que no mantiene ninguna discrepancia con Arzalluz y que ambos sostienen las mismas tesis políticas. De esta manera se refería a polémica creada a raíz de sus diferentes declaraciones en torno a la independencia del País Vasco.
Mientras el presidente peneuvista manifestó el lunes que se podría plantear la independencia de Euskadi, Anasagasti declaró que sería un «absurdo político que no tiene razón de ser» plantear una «Euskadi independiente en una Europa unida».