El juicio por el 'caso Lasa-Zabala' se suspendió ayer, poco después de dar comienzo, ya que el acusado y principal testigo de cargo Felipe Bayo Leal "ex cabo de la Guardia Civil" no estaba en condiciones físicas ni psíquicas de asistir a la vista, debido a que sufría una «excesiva sedación» por la medicación que le habían suministrado.
El presidente de la Sala, Siro García, tras aplazar la vista hasta hoy, ordenó que se remita testimonio al Ministerio de Defensa para que investigue qué conductas de la cárcel militar de Alcalá de Henares motivaron el estado de Bayo y por qué fue conducido a la Audiencia Nacional en «paños menores».
El juicio comenzó con casi dos de retraso debido precisamente a que Bayo no había sido trasladado en un principio desde la prisión y a que, cuando fue reclamado de forma urgente por el tribunal, llegó a la Audiencia Nacional en una ambulancia y sedado por la «gran cantidad de medicación» que se le administró para la lumbalgia y la fuerte depresión que padece.
Ante el estado en el que se encontraba, su abogado, Angel López Montero, solicitó la suspensión del juicio. Por seguridad, la Sala decidió que fuera visto por tres forenses de la Audiencia que concluyeron que Bayo presentaba una cuadro de excesiva sedación, hipotonía, lenguaje incoherente y pulso débil. Una vez conocido el informe de los forenses, el presidente de la Sala preguntó a las partes que informaran sobre su parecer de comenzar o no la vista sin la presencia de Bayo. Sólo el fiscal y las acusaciones entendieron que el juicio podía comenzar. Por su parte, las defensas, sobre todo la de Bayo, y el abogado del Estado, pidieron que se aplazara, ya que, la incomparecencia de Bayo, podría dar lugar a una clara indefensión. Especial relevancia tuvo el comentario del abogado del general Rodríguez Galindo, ex responsable de Intxaurrondo y ex jefe de Bayo, quien manifestó que a su representado, a pesar de desear una rápida celebración del juicio, le importa más la salud de sus hombres que su propia situación.
Fuentes de la Fiscalía subrayaron que llama la atención que la prisión suministrara al acusado la medicación casi media hora después de que el tribunal reclamara su traslado. Durante la escasa media hora en la que se pudo celebrar el juicio, Siro García mantuvo los primeros rifirafes dialécticos con los letrados Jorge Argote "procesado en el caso y abogado los ex guardias civiles Dorado y Vaquero" y Cobo del Rosal "representante de Rafael Vera".