El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, vaticinó ayer que el Gobierno de José María Aznar realizará algún movimiento en materia de política penitenciaria antes de las próximas Navidades, porque, a su juicio, el inmovilismo del que se le acusa, está empezando a suponer un peligro para el PP de cara a las elecciones generales de 2000.
Arzalluz explicó que la política penitenciaria fue uno de los temas que se abordó en la reunión que mantuvo con el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, y aseguró que, en este sentido, vió al PSOE con intención de «pinchar» al Gobierno «para que en el tema del acercamiento de presos, que no tiene nada que ver con el proceso de paz, se haga algo». «Creo, de todas maneras, que de aquí a Navidades algo tendrá que hacer el Gobierno, porque la palabra inmovilismo le está cayendo sobre su cabeza con un cierto peligro electoral».
Respecto a la reaccion del PP ante la entrevista con Almunia, Arzalluz habló de «torpeza» ante algo que debería ser normal. «Lo que no es normal es que ellos no hablen con nosotros», dijo. A su juicio, la reacción de los populares es de «temor a que podamos entendernos con los socialistas y no con ellos».
Aseguró que lo único que le pide al presidente del Gobierno «es que se preocupe de lograr la paz porque después de año y pico sin violencia, aunque quede la 'kale borroka', resulta que no observa, por lo visto, condiciones suficientes para creer que ETA quiere pasar a la política dejando las armas».