El presidente del Gobierno y del PP, José María Aznar, comparó ayer «la salud» y los proyectos de «un partido «serio y democrático» como el Partido Popular con la falta de unidad y renovación del PSOE que «echa a la calle al que gana» y va a ser «castigado» en las elecciones generales, por sus pactos anti-PP.
En la clausura de XI Congreso Regional, José María Aznar también destacó que, a diferencia de otros partidos, el PP tiene «una visión nacional», «busca el interés concreto de todos los españoles» y tiene como objetivos claros, como «claves de la sociedad de oportunidades», «la estabilidad institucional», que el pleno empleo «sea una realidad» en el 2003, la mejora de la calidad de la enseñanza y la innovación tecnológica.
Junto a estas metas, Aznar destacó la importancia de «solventar los problemas de violencia en el País Vasco» y pidió, en este sentido, que no se usen «chapuzas ni subterfugios» para no dejar de justificar la violencia en Euskadi.
Al hacer balance de los dieciséis congresos regionales del PP celebrados estas tres últimas semanas, congrensual con más dificultades de las esperadas en unos conclaves que sólo eran de transición, Aznar afirmó que el partido «goza de buena salud» y ha celebrado estas reuniones «con normalidad y sin cosas raras».
Frente a esto, el presidente del Gobierno y del PP, sin referencias explícitas, comentó la situación del PSOE en Valencia, donde después del congreso «los que ganaron se fueron a la calle» y otras decisiones de la dirección socialista en los últimos meses como pactar «con quien no debía» en Balears o Galicia.