Los candidatos a la Presidencia de la Generalitat comenzaron ayer con fuerza la campaña electoral. El candidato del PSC, Pasqual Maragall, vaticinó un final «traumático» para Pujol porque ha «fallado» por no haber dejado ya la presidencia ni haber preparado su sucesión. Añadió que el presidente catalán en lugar de criticarle después de interrumpir su mandato en la alcaldía de Barcelona, «tendría que haber tomado un poco de ejemplo».
«Pujol ha fallado. Sus mejores colaboradores se han ido y ahora se plantea el gran interrogante de qué pasará si pierden y qué sucederá con la fuerza política que ha estado durante tantos años sustentada en la proximidad del gobierno», afirmó Maragall, quien contrapuso la actual situación de la Generalitat con un relevo ejemplar en la alcaldía de Barcelona, «clamorosamente refrendado por los votos de los barceloneses».
La polémica que ha suscitado la fiesta organizada el jueves por CiU con más de 16.000 pensionistas acaparó ayer parte de las declaraciones de los distintos partidos. Así, Maragall «lamentó» la «invasión institucional» de actos de la Generalitat durante la precampaña. Por su parte, el secretario general del PP, Javier Arenas, acusó a Pujol de no tener «sensibilidad política al mezclar la Generalitat, que es de todos los catalanes, con los intereses electorales y utilizar a los pensionistas catalanes para conseguir votos.