El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, respondió ayer al presidente del Gobierno, José María Aznar, que no practica una política «victimista», sino que se limita a defender los derechos de los ciudadanos. El lunes, el jefe del Ejecutivo acusó a Pujol de mantener una actitud «victimista», de «inventar problemas irreales inexistentes», y de jugar con fuego.
Según Pujol, el gobierno de la Generalitat tiene que procurar reducir el déficit fiscal, "situado entre 800.000 millones y 1'2 billones" «para hacer más escuelas, residencias para ancianos, sanear los ríos, construir guarderías» y por eso reivindica un trato fical más justo. Añadió que Catalunya paga más de lo que recibe, por lo que «esto no es victimismo, es defender los derechos de los ciudadanos».
También respondió al presidente del Gobierno el conseller de Economía, Artur Mas, quien aseguró que «el problema que tienen el señor Aznar y el PP es que no entienden Catalunya», razón por la que consideran que esta comunidad «ya ha tenido bastante», Sin embargo, el secretario general del PP, Javier Arenas, isistió en criticar «el victimismo de los nacionalistas», porque en Catalunya se ha conseguido un desarrollo que supera incluso a la distribución que se da entre los estados federales», por lo que a su juicio, la sociedad catalana «no puede recluirse en actitudes victimistas». La misma opinión manifestó el secretario de Economía, Cristobal Montoro, quien recordó a CiU que es inadecuado presentar a Catalunya como una «víctima» en materia de saldos fiscales.