El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, calificó ayer de «abuso intolerable» la nueva oleada de cartas de extorsión que la banda terrorista ETA envió las últimas semanas a empresarios vascos exigiendo el 'impuesto revolucionario'. No obstante, recordó que antes de la tregua, este tipo de coacciones iban seguidas de «un abuso más intolerable, el secuestro de la persona».
Xabier Arzalluz insistió, en rueda de prensa, en que las cartas extorsionadoras son «una torpeza» y un «abuso intolerable» y señaló que si ETA, en la actual situación comete un secuestro «sería una violación mucho más flagrante del derecho de una persona» y «las tornas cambiarían completamente».
Por su parte, el portavoz de EH, Arnaldo Otegi, consideró que la banda terrorista pretende, con esta nueva remesa de cartas, garantizar su «abastecimiento» y recordó, en este sentido, que en uno de sus comunicados, ETA dejaba abierta la posibilidad de «abastecimiento de la organización». Otegi añadió que, en este sentido, la banda armada «seguirá enviando cartas.
Otegi anunció para el próximo año una consulta a los vascos en la que éstos decidan sobre un marco político nuevo «que defina la nación vasca, y que construya una arquitectura política para la convivencia».
Arzalluz calificó de «sueño» la idea de Otegi de convocar un consulta popular entre los vascos en el 2000. Arzalluz, además, acusó al Gobierno popular y al PSOE de no haber hecho nada para contribuir al proceso de paz y de moverse por intereses electoralistas. Aunque calificó la tregua de «enormemente positiva» desde todos los puntos de vista, reconoció que el impasse que se ha producido por la falta de contactos entre el Ejecutivo central y ETA es «malo».