El ministro de Industria y Energía y portavoz del Gobierno, Josep Piqué, anunció ayer la congelación del impuesto especial que grava los hidrocarburos, es decir que a las alrededor de 90 pesetas que se pagan como impuesto por cada litro de gasolina sin plomo «eurosúper», que tiene un precio final de 122'9 pesetas, no se les aplicará el 2'4 por ciento de incremento de inflación prevista para el año que viene, dentro de un paquete de medidas para profundizar en la liberalización de los mercados energéticos, que serán tramitado vía decreto ley.
Piqué explicó que entre un 70 y un 75 por ciento del precio final de la gasolina es atribuible a los impuestos especiales, pero afirmó que en el resto de Europa la imposición fiscal asciende al 80 por ciento, y por eso en España la gasolina sigue siendo de las más baratas de Europa, aseguró.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el también ministro de Industria adelantó también que entre las medidas antiinflacionistas que estudia el Gobierno se contempla la supresión de las trabas de tipo urbanístico que los ayuntamientos suelen poner para la ubicación de estaciones de servicio en su municipio.
Asimismo, señaló que las autopistas tendrán unos indicadores con las distintas estaciones de servicio existentes en su recorrido, así como los precios con los que operan cada una.
El ministro también indicó que se permitirá la entrada de nuevos agentes externos en el mercado eléctrico, y adelantó nuevas autorizaciones para tres compañías extranjeras: una suiza, una estadounidense y otra británica. Las nuevas eléctricas entrantes se unirán a las cuatro empresas internacionales que ya operan en España: la francesa EDF, la portuguesa EDP, la belga Electrabel y la marroquí ONE.
Además, Piqué anunció que se permitirá la entrada de nuevas
empresas comercializadoras de gas natural, un mercado dominado
ahora por Gas Natural.
Todas estas medidas se contemplan en un informe que el Ministerio
de Industria ha presentado al Gobierno sobre la evolución de los
mercados energéticos y que ahora deberá tratarse con los socios
parlamentarios del Gobierno.
Piqué admitió que el Gobierno también estudia el reducir el 16 por ciento que se aplica actualmente al precio de la bombona del butano, «ya que es un producto de primera necesidad que consumen trece millones de hogares españoles».