Los precios han saltado definitivamente por los aires y el Gobierno ha tenido que tomar cartas en el asunto y revisar la previsión para el conjunto del año de tres de los principales indicadores económicos: el IPC (que pasa del 1'8 al 2'4 por ciento), el PIB (del 3'5 al 3'7 por ciento) y el déficit público (del 1'6 al 1'4 por ciento del PIB), según anunció ayer el secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro.
El déficit del Estado para el conjunto del año se situaría en el 1'1 por ciento. El vicepresidente económico, Rodrigo Rato, atribuyó la subida del 0'4% del IPC de agosto al aumento del precio del petróleo.
El Indice de Precios de Consumo (IPC) se situó en agosto seis décimas por encima de las previsiones fijadas por el Gobierno para final de año, situadas hasta ayer en el 1'8 por ciento, por lo que ha tenido que revisarlas al alza hasta el 2'4. Los precios subieron el pasado mes de agosto un 0'4 por ciento, con lo que la inflación interanual se situó en el 2'4 por ciento, dos décimas más que el pasado mes de julio, y la acumulada en el año (enero-agosto), en el 2'1 por ciento, según datos hechos públicos ayer por Estadística.
Ya lo había reconocido el pasado miércoles la secretaria de Estado de Comercio, Turismo y Pymes, Elena Pisonero, y así lo reiteró la víspera de conocerse el dato el ministro portavoz del Gobierno, Josep Piqué: «Será muy difícil acabar el año en la inflación prevista». Por ello, el Ejecutivo ha anunciado que adoptará un nuevo paquete de medidas para contenerla, tal y como lo hiciese el pasado mes de abril.