Cuando se cumple un año de la creación del Pacto de Lizarra, proyecto que en su momento fue pilotado por ETA, los partidos políticos implicados realizan un balance bastante distinto. Así, populares y socialistas coinciden en que este acuerdo ha entrado en crisis y, por tanto, ha fracasado, lo que ha provocado un fuerte debate entre los partidos nacionalistas que postulan hacia posiciones más moderadas y los que persisten en la radicalidad.
Por el contrario, desde las formaciones nacionalistas se criticó duramente lo que ellos consideran una campaña propagandística «descomunal» en contra de este foro, llevada a cabo por del PP y el PSOE. Para el portavoz del PP, Rafael Hernando, el acuerdo de Lizarra ha fracasado y pidió a los partidos democráticos que forman parte de él que abandonen posiciones de aventurismo político y regresen a la normalidad institucional. Para el dirigente del PP, muchos dirigentes del partido de Arzalluz asisten a los encuentros de Lizarra «tirados de una soga».
Por su parte, el portavoz socialista de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, se mostró convencido de que el pacto está en crisis y durará sólo hasta las elecciones generales, que se celebrarán el próximo año. En una línea totalmente distinta, el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, calificó el aniversario de Lizarra como «un año de triunfo de la cultura del diálogo, de la paz y la palabra sobre la violencia, y de la conciencia de un país que cree que puede defender cualquier idea democráticamente».