Tanto PP como el PSOE señalaron ayer su disposición a pactar con el actual presidente de la ciudad autónoma de Melilla, Mustafá Aberchán, para la creación de un nuevo gobierno, pero siempre que se haga efectiva su ruptura con el GIL. Así, el secretario general de los socialistas, Joaquín Almunia, afirmó que no hay ningún motivo para excluir a Aberchán de las negociaciones para la formación de un gobierno «democrático», punto en el que coincidió con su homólogo del PP, Javier Arenas, quien aseguró que su partido no se opone «en absoluto», aunque matizó que no sería adecuado que fuera el presidente.
«No tenemos nada en contra de Aberchán, ni de lo que representa». No obstante Arenas matizó que «no me parece posible ni adecuado que Aberchán sea el presidente porque no es de recibo su comportamiento de desafío a la Junta Electoral y al cumplimiento de la ley».
Asimismo, la coordinadora de Participación y Acción Sectorial del PP, Ana Mato, negó que existan discrepancias entre la dirección del PP y el Gobierno sobre la continuidad de Aberchán como presidente de Melilla, después de la polémica surgida en este sentido, tras conocerse las palabras del portavoz del Ejecutivo, Josep Piqué, quien dijo que no había inconveniente en que Aberchán pudiera seguir siendo presidente de la ciudad autónoma.
Entretanto, Joaquín Almunia considera que el Gobierno tiene en sus manos mecanismos para impedir que el GIL gobierne Ceuta y Melilla, por lo que le instó a aplicar la legalidad y a exigir su cumplimiento, en vez de «mirar los toros desde la barrera».