El anunció del Gobierno sobre la convocatoria en septiembre del Pacto de Toledo para estudiar la subida de las pensiones mínimas llegó ayer de la mano del ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, quien aseguró que en los primeros días de este mes una comisión parlamentaria evaluará los efectos «positivos y negativos» del Pacto de Toledo y analizar «los aspectos que se puedan mejorar».
Pimentel explicó que el Gobierno ha decidido adelantar la revisión del Pacto "firmado por los partidos para garantizar el sistema de pensiones" a raíz del debate abierto en algunas autonomías sobre la necesidad de subir las pensiones mínimas.
El ministro no descartó que, «si es posible, se puedan mejorar algunas pensiones mínimas», pero siempre que se garantice la estabilidad del sistema a medio y largo plazo, se haga en condiciones de igualdad para todo el territorio español y sea fruto de un consenso político entre todos los partidos.
En este sentido, el titular de Trabajo advirtió precisó que, aunque el Pacto tiene vigencia hasta el abril del año 2000, «hay ciertos grupos políticos que están interesado en romper el consenso político, pero esa línea no la va seguir el Gobierno, porque creemos que hay que continuar en ese foro común». Indicó que «el PSOE ha tenido comportamientos tendentes a romper el Pacto, pero en estos momentos hay que dejar las polémicas a un lado para llegar a la unión de los grupos políticos».
Respecto a CiU, el ministro vio positivo que el partido se haya decantado por que la subida de las pensiones se analice dentro del Pacto de Toledo «porque es ahí donde se pueden superar, con consenso y con generosidad hacia el futuro, las fechas electorales en las que algunos quieren moverse».