El precio de las gasolinas ha tocado un máximo histórico: las principales petroleras asentadas en España, Repsol, Cepsa y BP, han situado el precio de la 'súper' por encima de las 130 pesetas, la sin plomo en 124'9 y el gasóleo en 101'9 pesetas el litro, lo que acumula una subida de precios de entre 8 y 10 pesetas desde junio.
Ante las acusaciones de posible connivencia y ruptura de la libre competencia por parte de las petroleras, el secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, animó a presentar una denuncia ante Defensa de la Competencia «a quien tenga indicio de un comportamiento irregular». Además, atribuye la subida al aumento del valor de barril de petróleo.
Desde la oposición se apunta directamente a la política de liberalización del sector emprendida por el Gobierno como principal responsable de esta situación. En este sentido los principales partidos junto a consumidores y la Federación de Transportes, solicitan al Gobierno que abra investigaciones sobre la posible vulneración de la libre competencia por parte de las compañías petroleras.
La OCU advierte que lo peor aún está por llegar, porque según asegura su portavoz, José María Múgica, «las compañías han fijado el precio «de disuasión», aquel a partir del cual el usuario limita su consumo, entre las 135 y las 140 pesetas el litro». Aunque comentó que «no puede hablarse de pactos.