La excarcelación de la antigua Mesa Nacional de HB, la salida de los presos de ETA de las cárceles y la continuación de los contactos entre el Gobierno y la banda terrorista son elementos que contribuirían a impulsar el proceso de paz. Así lo indicó ayer el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, mientras el Constitucional inició ayer las deliberaciones sobre si revoca una decisión del Supremo y conceda la libertad a la ex cúpula de HB.
Arzalluz recordó que su partido ya vio en su día «indefendible» la decisión de encarcelar a la Mesa Nacional de HB, ya que era una «medida política» dentro de la estrategia liderada por el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, cuyo proyecto, según Arzalluz, era «capturar a la cúpula de ETA en Francia, meter a la Mesa Nacional en la cárcel y cerrar el 'Egin'».
Tras pronunciar la conferencia 'Terrorismo y procesos de paz' en los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid en San Lorenzo de El Escorial, Arzalluz destacó que «si el tribunal constitucional toma la medida de la excarcelación, irá en la línea de lo que ya muchos, desde el mundo jurídico, dijeron que sería una medida política». Esta decisión, a su juicio, ayudaría «efectivamente» al proceso de paz.
El portavoz del Gobierno, el también ministro de Industria Josep Piqué, apuntó que el Ejecutivo, «decida lo que decida el Constitucional» sobre la Mesa Nacional de HB, acatará estrictamente y respetará su decisión.
«El Gobierno siempre se ha mostrado escrupuloso respecto a las resoluciones judiciales y en este caso, evidentemente, no va a hacer una excepción», señaló Piqué. En ese mismo sentido se expresó la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, que destacó que en los tres años que lleva al frente de su Departamento «jamás» ha comentado una resolución judicial, por lo que no lo hará tampoco en esta ocasión, mostrándose favorable a que el Tribunal Constitucional pueda «resolver de la forma más pausada y reflexiva» sobre la cuestión.