Después de más de veinte años en el Gobierno de Cataluña, el presidente de la Generalitat y de Convergència Democràtica de Catalunya, Jordi Pujol, ha anunciado a sus colaboradores más íntimos su «firme decisión» de no ser candidato en las elecciones autonómicas del 2003 si gana los comicios del próximo otoño. No obstante, el líder catalán se mostró ayer convencido de la victoria de su formación política en las próximas elecciones autonómicas durante su intervención en el acto de clausura en Sitges de la décima escuela de verano del partido nacionalista, que ha coincidido con la reunión del Comité Nacional de CDC.
En relación a la renuncia a ser candidato en el 2003, según publicó ayer un rotativo catalán, Pujol no quiso pronunciarse ayer abiertamente, si bien insinuó que esta sería su última campaña electoral. Asimismo, el presidente catalán señala, en el diario catalán, que ha meditado largamente y ha confiado sus intenciones a muy pocas personas, al tiempo que destaca que tras 23 años en el Govern, será un buen momento para dar concluido lo que califica como «ciclo histórico».
Sin embargo Pujol asegura que seguirá jugando con la ambigüedad e insistirá en que su ciclo no concluirá en el 2003 porque se sigue considerando joven: entre otras razones, esta ambigüedad la mantendrá para que no se interprete como un signo de debilidad frente al candidato socialista Pasqual Maragall, y para que un anuncio de retirada a medio plazo no sea interpretado como «una petición desesperada del voto».
Pero hay miembros, entre ellos la «vieja guardia» del CDC, incluido Miguel Roca, que aconsejan a Pujol que oficialice su anuncio para trasladar a la sociedad que excluye «perpetuarse en el poder». El dirigente catalán agotará previsiblemente la legislatura para celebrar las elecciones autonómicas en noviembre.