El presidente del Gobierno español, José María Aznar, apeló en Caracas a «discrepar con civismo», evitando la fractura del Estado de Derecho que temen los partidos de oposición al presidente venezolano Hugo Chávez, y pidió una mayor cooperación antiterrorista entre los dos países. El viaje de Aznar a Venezuela le ha servido para conocer la realidad política en este país, que celebrará, dentro de 23 días, unas elecciones a la Asamblea Constituyente, órgano que renovará su Constitución, y se encuentra con dificultades en el proceso democrático por el enfrentamiento entre los diferentes poderes.
Muestra de ello fue el pulso que sostiene la mayoría del Congreso Nacional, especialmente los partidos Acción Democrática, COPEI, y Proyecto Venezuela, con el presidente venezolano, que el viernes, cuando Aznar estaba hablando en el Parlamento, ratificó el ascenso de 34 oficiales venezolanos vetados por la cámara legislativa. Al margen, España y Venezuela aumentaron su colaboración bilateral a través de varios acuerdos, entre los que destaca el dedicado a cooperación financiera por 805 millones de dólares. Pese a la recesión económica, España es para Venezuela un importante foco de emisión de capitales, principalmente en los sectores bancario, turístico y energético, y por ello Aznar respaldó con su presencia un encuentro entre empresarios de ambos países que estudiaron nuevas vías de colaboración en otros sectores como las telecomunicaciones.