Síguenos F Y T L I T R

Aznar ve repugnante la presencia del etarra Barrios en el Parlamento navarro

La Fiscalía recurre el permiso concedido al parlamentario de EH para asistir mañana a la constitución de la Cámara Foral

José Luis Barrios abandona, en el interior de un coche de la Guardia Civil, el Parlamento de Navarra.

AGENCIAS - PAMPLONA
Los partidos navarros, con excepción de EH, mostraron ayer su malestar por la presencia en la Cámara navarra del parlamentario electo de esta formación José Luis Barrios, condenado a 60 años de prisión por el asesinato del concejal sevillano Alberto Jiménez Becerril y su esposa. UPN dijo que la situación vivida en la Cámara con la presencia de Barrios es «esperpéntica» y «un insulto para la ciudadanía». El PSN mostró su «malestar e indignación por la presencia entre nosotros de ese miembro de EH que no deja de ser un asesino convicto y confeso». IU-EB consideró «políticamente reprobable que EH elija a esta persona para representar al pueblo».

Desde el Gobierno, el presidente José María Aznar, calificó «políticamente repugnante» que el etarra tome posesión de su escaño en el Parlamento Navarro, aunque reconoció, al igual que hizo con casos parecidos en el Parlamento vasco, que «eso es mejor que empuñar una pistola». Aznar indicó que «legalmente» ha de aceptar que Barrios esté en el Parlamento navarro, pero será «siempre repugnante».

En este sentido, Aznar pidió prestar atención a «las cosas que pasan» en el País Vasco. «Recientemente» "recordó", el PNV reclamó que el Gobierno hablase «con zutano o mengano», en referencia a HB, «que no muerden».

Y a los dos días, en el País Vasco «se quemaban coches o se atacaba el Gobierno militar de Alava» y, añadió, «perdone la expresión: muerden y siguen mordiendo».

Desde el PNV, Iñaki Anasagasti aseguró que «no tiene inconveniente» en que se modifique la ley para evitar que un condenado por asesinato se siente en un parlamento. El etarra llegó al Parlamento de Navarra en un coche de la Guardia Civil. Una vez cumplimentando el trámite de la acreditación, que apenas duró 25 minutos, el etarra fue conducido de nuevo a prisión.

Lo más visto