El Ministerio de Agricultura garantizó ayer que los cinco lotes de aceites procedentes de la empresa belga Fogras exportados a España para fabricar piensos carecían de dioxinas y no suponen peligro para la salud pública, mientras que el portavoz del Gobierno, Josep Piqué, aseguró que no hay motivo para que la población se inquiete. No obstante, Piqué aconsejó seguir las recomendaciones dictadas por los ministerios de Sanidad y Agricultura respecto al resto de productos procedentes de Bélgica bajo sospecha, como son los pollos o la Coca-Cola.
El portavoz del Gobierno agregó que se está actuando «con total transparencia» y que cada vez que se tiene la confirmación de alguna partida que viene de los países afectados que pueda tener algún problema se procede a su inmovilización y análisis. Desde la oposición, el portavoz del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, pidió al Gobierno que aclare si conocía que España había importado la partida de aceites reciclados.
Aseguró que esta información «no sería más preocupante» que la contaminación con dioxinas detectada en pollos «si no fuera porque parece que el Gobierno fue informado el miércoles en el Comité Veterinario Permanente de la UE».
En relación con este tema, el secretario general de Agricultura, Carlos Díaz Eimil, explicó que su ministerio solicitó un certificado a los responsables belgas sobre la calidad de estos aceites antes de permitir su entrada en España y que éste fue entregado «sin problemas». Fuentes del Ministerio señalaron además que la partida fue analizada después de que el Comité Veterinario Permanente de la UE les informara la pasada semana de la exportación del aceite a España.
La empresa Fogras, que podría ser la causante de la contaminación con dioxina en Bélgica, vendió entre finales de mayo y principios de junio cinco camiones cisternas, de 28 toneladas cada una, de grasas para la alimentación del ganado a la sociedad holandesa Demeter, que a su vez fue la encargada de exportar la mercancía a Cambrils (Tarragona). La Generalitat ha inmovilizado ya y precintado cautelarmente en Tarragona un total de 129 toneladas del aceite reciclado.