El PP consigue una nueva victoria, aunque el desgaste del poder y la abstención le han pasado factura. El PSOE recupera terreno y empieza a asomarse como un serio aspirante a derrotar a los populares en los próximos comicios generales. La gran derrotada de las elecciones de ayer fue Izquierda Unida y Anguita, tras reconocer la debacle, habría puesto su cargo a disposición de la dirección de la coalición. En el País Vasco, la unión del PNV y EA no logró los resultados apetecidos y será necesario negociar con otras fuerzas políticas para poder gobernar. CiU recibe un fuerte correctivo en las municipales de Catalunya.
El PSOE destruye a Izquierda Unida y logra aglutinar el voto de la izquierda para remontar y acercarse peligrosamente al voto del PP. Andalucía volvió a ser socialista y esto se nota a nivel nacional. El caso de Asturias, donde el PSOE ganó por mayoría absoluta, es singular por la crisis política que atravesaba esta comunidad autónoma.
Anguita ha vuelto a fracasar, el descalabro de IU fue sangrante tanto en las autonómicas como en las municipales. Los días del «califa rojo» al frente de Izquierda Unida parecen contados. En cuanto a los nacionalistas, hay dos versiones. En Catalunya CiU registra un gran retroceso, que beneficia al PSC y hay que anotar un fuerte avance del voto radical. En Euskadi, PNV y EA no logran su objetivo: obtener la mayoría absoluta en las capitales de provincia. Ante el mapa municipal existente, deberán pactar con EH e IU. Globalmente, los firmantes del Pacto de Estella no logran imponerse a los partidos de ámbito estatal.
Sin embargo, el gran beneficiado de las elecciones municipales vascos es Euskal Herritarrok, la formación política que más avanza porcentualmente en Euskadi y Navarra. La coalición que lidera Otegi se ha ofrecido ya ha pactar con las fuerzas firmantes del Pacto de Estella.